SUELE SUCEDER
(cuento breve)

No podía emitir sonido alguno
Intentó separar los labios,secos y apretados y no pudo.Desvió la vista hacia el reloj,
que en lo alto de la pared,parecía  hacer jugar  el minutero con la monotonía y firmeza de una pieza reveliana. Quizo concentrarse en las imágenes que pasaban velozmente por las autopistas del cerebro pero, no pudo detener ninguna.
Notaba la impaciencia de los tres pares de ojos que delante suyo esperaban una respuesta y bajó la vista, sintiendo que el ardor en sus mejillas, volvía a invadirlo
Segundos antes había sentido el sudor en la frente y en las manos.Ahora solo esperaba que alguien
quebrara el silencio.Deseaba salir cuanto antes del cuarto y volver a su casa.
Ya no le importaba nada o casi nada.Nélida sí le importaba.Para el representaba todo en la vida
desde que la vió jugando en la plaza del barrio.
Venián a su mente, desentendiendose del problema a resolver,los recuerdos de
los primeros besos,de las caricias y del momento en que estuvieron juntos por
primera vez. Entonces notó que su pantalón comenzaba a adelantarse y de nuevo
el rubor se hizo presente.Alzó la vista  y los ojos que tenía adelante parecían los
focos de un escenario.Claro,era eso ¡Qué boludo! ¿Porqué no lo pudo decir antes?
Se adelantó unos pasos y esbozando ,ya repuesto del trance  una sonrisa, de sus
labios salieron las benditas palabras:
-Perdón,pero me olvidé la letra.
Ray llarvi  abril 2014

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