"El recuerdo de un viaje inolvidable"
Eramos muy jóvenes allá por el 75, Queríamos que el avión tuviera la velocidad de un rayo
Casi sin proponernos estábamos viajando a España, la tierra de mis padres. Muchas historias escuche de chico contadas por mi madre mientras cosía a máquina y escuchaba la novela. Para mi eran como relatos mágicos de su juventud allí en Asturias ,donde ente Grado y Las Villas
había soñado otros mundos entre los que estaba argentina. Recuerdo como se emocionaba cuando recordaba a sus padres y sus hermanos, sobre todo a Benigno que era el mayor y el mozo mas guapo.
Así me conteniendo las ansias llegamos al aeropuerto de Barajas e iniciamos nuestro primer periplo por España. Con buen criterio y perdón por el auto elogio, dejamos para el final ir a ver a la familia. Nos recibieron con los brazos abiertos y el corazón generoso. Todos fueron muy cariñosos y perduran en nuestro recuerdo. Pero no es que vaya a contarles una novela. Estoy escribiendo esto motivado al ver una pieza miniatura de artilleria fabricado por mis primos que trabajaban en la fábrica de armas de Trubia. Han pasado muchos años y hemos vuelto a Asturias varias veces pero de ese primer encuentro a Graciela y a mi nos quedaron grabados tres rostros inolvidables, los de mis primos Aquilino y Secundino y de la mujer de Aquilino Emma a la que lloramos en su partida. Hoy no están, pero siguen en el recuerdo y mientras limpio el regalo de Trubia hago de cuenta que los estoy estrechando en un fuerte abrazo.
Perdón por tomarme el permiso de no comentar hoy una película, o tal vez sí y esta historia le sirva a alguiien
Cito Villar
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